Su antigua familia le puso como excusa al Veterinario que el perro tenía ya más de 14 años y que estaba ciego y sordo. Una gran mentira, Nano en ese momento como mucho tenía 12 años, y sí que veía y escuchaba un poco mal, pero nada tan grave como para pedir su muerte. Lo que sí que estaba era muy mal educado y por eso no les hacía ni puñetero caso. Fuera como fuera, la "familia" no tenía ninguna excusa para tener al animal en esas condiciones, su pelo daba asco, y Ester tuvo que raparlo prácticamente entero, ya que era imposible solucionar con baños y cepillados todo el dolor que le habían causado por descuidarlo completamente.
De eso, hace ya más de 2 años y Nano está mejor que nunca.
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