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¿POR QUÉ DEBES APOYAR BARRIOS ORQUESTADOS?

Cuando hablamos de la palabra “ayuda” nos viene a la mente la imagen más crítica, la tangible, la incuestionable, la que hace referencia a lo asistencial en lo más básico y primario, pues ofrece soporte para lograr un cobijo, una comida, un tratamiento o un medicamento. Sin embargo, existe otro tipo de ayuda que, si bien no se encuentra en ese estadio de necesidad, genera innumerables beneficios que a la larga favorecen una calidad de vida en los individuos y en su entorno en múltiples direcciones. La educación y, en particular, la formación musical planteada como medicina social reporta en sus beneficiarios esas mejoras invisibles, anónimas y, en muchas ocasiones, difícilmente narrables, pues afectan a la esfera socio-afectiva y formativa del individuo y, por ello, aparentemente de rango inferior como “ayuda” al tener carácter preventivo y no paliativo.

No hay mayor regalo que se pueda ofrecer a una persona que el de la integración y la utilidad. Cuando tenemos conciencia de estar integrados en un grupo social y percibimos como útil nuestra aportación, la alegría está en nosotros y gran parte del recorrido hacia una plenitud personal está en curso. Cuando esto sucede, las posibilidades de crecimiento se multiplican exponencialmente de forma individual y también de manera colectiva, pues esa energía contagia y favorece el despertar de otras muchas voluntades.

Esta construcción que se arma desde una intervención social armónica es la que provoca paradójicamente una gran transformación silenciosa que marca sus pasos sin hacer ruido, pero con claros acontecimientos sonoros.

Canarias sufre a día de hoy uno de los mayores grados de desigualdad, con un índice Gini del 52,9% en contraposición al 35% de la media nacional. Es deber de todos, políticos, empresarios y ciudadanos de a pie, ayudar a paliar este indeseable grado de desigualdad que debería alertarnos y removernos desde cualquier situación de confort. Del mismo modo que, como reza un adagio africano, «para educar a un niño hace falta toda la tribu», para modificar un déficit social oneroso como el nuestro se necesita el compromiso de toda la comunidad.

Barrios Orquestados ofrece a los alumnos la oportunidad de experimentar circunstancialmente el éxito del reconocimiento, y esto provoca en ellos una transformación excepcional que trasciende a sus familias, a sus amigos, a sus vecinos y al barrio en su totalidad. En este sentido, Barrios Orquestados vertebra donde otros fragmentan y esculpe una identidad colectiva en una sociedad, la canaria, que se ha caracterizado históricamente por la contraposición del hermanamiento isleño y el aislamiento producto de su propia realidad archipelágica. Una sociedad que se reconoce en la multiculturalidad, en el mestizaje y en la argamasa del Atlántico que igual que nos conecta nos separa. Por todo ello, necesitamos ideas que unan a sus conciudadanos de manera real y no solo virtual, que les dé la posibilidad de cantar, disfrutar y crecer conjuntamente. A través de este oficio musical y del arte en general se genera identidad, se potencian mejoras sociales, prestigio como comunidad y, para tranquilidad de los gestores, además revertirá finalmente en grandes beneficios económicos.

Debemos concienciarnos todos para todos, sin que nadie quede excluido en la periferia de las oportunidades. Los gestores de las administraciones públicas y privadas tienen una responsabilidad social que están obligados a cumplir y reflejar con sacrificios reales, con un cambio de mentalidad que les permita reorientar el foco de sus intereses en el tiempo y espacio que les ha tocado vivir. Conviene en este punto recordar las palabras de la profesora americana Wendy Brown: “Cuando solo hay homo oeconomicus y cuando el dominio de lo político en sí mismo está supeditado a lo económico, los fundamentos de la ciudadanía en relación con la esfera pública y el bien común se desvanecen”.

Luchemos para que esta situación se transforme, para que esta nueva generación de jóvenes sea, de verdad, el futuro esperanzador que anhelamos, luchemos para sanarnos de la hostilidad cotidiana y global que recibimos a través de los medios de comunicación y atendamos a las necesidades cotidianas y locales porque con ello transformamos positivamente nuestra realidad más inmediata que también es la realidad de todo el planeta.

Afinemos nuestras conciencias.
¡Colabora con Barrios Orquestados!