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Nuestro HUERTO nos ha dado rábanos!!!

Por qué está dentro de nuestro currículum el trabajar la huerta? Elena G W en su libro de Educacion, pág. 197 dice:
"Para aflojar la tensión provocada por el estudio, las actividades realizadas al aire libre, que proporcionan ejercicio a todo el cuerpo, son muy beneficiosas. Ningún tipo de trabajo manual tiene más valor que la agricultura. Llame el maestro la atención hacia lo que la Biblia dice en cuanto a la agricultura, que era el plan de Dios que el hombre labrara la tierra."

Nuestros niños trabajan 6 horas a la semana su huerto. Ellos están encantados de estar al aire libre y nos cuentan muy contentos sus impresiones:
- "Mi materia favorita es la huerta porque uno se alegra cuando van creciendo las plantas. Hemos sembrado rábanos, pepinos, remolachas y maíz", comenta Suriel de 10 años.
- "A mí me gusta la huerta porque a Jesús le gusta que sembremos cosas saludables para comer", nos dice
Génesis de 9 años.
- "Me gusta trabajar la huerta porque voy a comer pepinos!- dice Marlon de 8 años muy alegre-. A Jesús le gusta que sembremos para que no nos falte comida. ÉL quiere que cuidemos la tierra porque él la creó".

Son muchos los beneficios que los niños obtienen con su trabajo de la tierra. Les refuerza su autonomia; aprenden a ser responsables y a trabajar con cuidado; ejercitan los músculos y los sentidos; desarrollan la paciencia y comprenden que las cosas necesitan su proceso; aprenden a amar la naturaleza; fomentan su bienestar y la tranquilidad y les ayuda a ser generosos y compartir sus frutos.

Nuestro deseo es darles una educación lo más completa y equilibrada posible sabiendo que formamos caracteres para la eternidad.

LA DIRECTORA M Jesús Hernández (Txus) NOS CUENTA...

"Yo sentí que nuestros niños necesitaban una atención más personal y más especializada. En la escuela se estaban fustrando. Nuestros niños tienen unas necesidades muy concretas y especiales que no podían ser atendidas. Pero sobretodo yo sentía que debían aprender sobre el Servicio Cristiano. 

Esta cita ha sido y es mi motor: 'La verdadera Educación es la preparación para ser misionero. Todo hijo e hija de Dios está llamado a ser misionero; somos llamados para el servicio de Dios y de nuestro prójimo; y el objetivo de nuestra educación debe ser el habilitarnos para este servicio.' (Ministerio de Curación. Pag. 375)

Además tenía una preocupación grande por las influencias de su entorno y sabía que era llamada a hacer lo que estuviese en mi mano para proteger a los más chiquitos.

Lo que quiero conseguir con la ayuda de Dios es que aprendan, interioricen y vivan el único y mayor propósito de esta vida: ayudar y servir a los demás.

No es una tarea fácil. Somos egoistas por naturaleza y el pensar en los demás es un hábito que hay que trabajarles a diario y ser muy constante. Sé que que llevará su tiempo y es una gran desafío. 

Me anima mucho verles que son felices aprendiendo sobre las Sagradas Escrituras, Matemáticas, Lengua, Conocimiento del medio y salud. Además en nuestro horario incluimos tiempo a la agricultura y obra misionera.

Este año me ayudan 3 jóvenes misioneros de Belice. Son una muy buena influencia y ejemplo de vida de servicio para ellos.

Mi mayor reto con estos niños es: eliminar la competitividad de quién lo hace mejor y quién acaba el primero. Enseñarles que somos diferentes y únicos. Hacerles que conozan sus habilidades y las desarrollen, y que acepten y se esfuercen en sus debilidades.

Lo más gratificante para mí es: ser su profesora además de madre. Tenerlos conmigo todo el día en un ambiente relajado y rodeados de naturaleza me da el tiempo y las condiciones de, con la ayuda de Dios, llevar adelante este proyecto.

GRACIAS a todos los que sois nuestros colaboradores!!!