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Fénix no lo ha conseguido y ha fallecido por un paro cardiaco en el Hospital Veterinario. El galgo, golpeado y tirado en medio de la nada, al que nadie quiso, al que nadie ayudó hasta que unas mujeres maravillosas y los agentes de la Guardia Civil decidieron auxiliarlo. Al principio, creíamos que Fénix resistiría y saldría adelante, pero los días pasaron, empeoró y dejó de comer. El corazón estaba dañado y nuestro luchador cruzó el arco iris. Hasta siempre, descansa tranquilo, vuela alto Fénix.