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Junio 2014.
Me llegó el aviso a través de una de las personas que alimenta la colonia, que había un gato en nuestra zona que tenía una herida muy fea en el cuello, resultó ser Grease, uno de los gatitos castrados en Noviembre. Se le volvió a capturar con jaula trampa, y se le llevó al veterinario. Le limpiaron la herida para que drenase, le pincharon antibiótico para la gran infección que tenía, pero no era suficiente, así que lo tuve en mi baño dentro de un jaulón 10 días para poder darle el antibiótico restante con la comida. A día de hoy Grease ya vuelve a ser el gatito peluchón de siempre, como se puede apreciar en la última foto.